Más de 50 años
de tradición
y magia
A raíz de la expulsión Jesuita, fue adquirida por la familia Tobar, con una extensión de mas de 300 hectáreas. Han pasado 6 generaciones de la familia, siendo en la tercera con José Tobar, que la hacienda se transformo en hotel en 1971.
Entre las haciendas, sin duda Chorlavi es toda una tradición en el norte del país, por la belleza del lugar, por la nostálgica atracción de su vieja casa-hacienda de grandes salones, aposentos y servicios centrales, de enormes graneros hechos auditorios y salas de conferencias, casas para peones convertidas en habitaciones para huéspedes, jardines y huertos cobijados por arboles milenarios que brindan al visitante el mágico aroma del pasado.
Hacienda-Hostería Chorlavi es definitivamente el mejor hotel en Ibarra, con la mayor cantidad de servicios e instalaciones de primera calidad.
Cuenta la leyenda que en estas tierras hace más de cinco siglos el gran Inca Huaynacapac, conoció y se enamoró de la princesa Caranqui Pacha. En la lengua caranqui Chorlavi significa “Nido de Amor” Chorlavi fue la primera propiedad que compraron los Jesuitas en la región, en 1620. Luego fue adquirida por la Familia Tobar.
En 1971 la propiedad fue transformada en hotel. Ahora contamos con 52 habitaciones, amplios jardines con arboles centenarios, grandes salones para eventos corporativos o sociales, Restaurante, Spa & Piscina, Gimnasio, Área de Parrilladas, Área infantil , Mini Golf, y muchos otros servicios y espacios que deleitaran al visitante con el aroma del pasado.
La receta mágica detrás del encanto
La hotelería es y será siempre una profesión muy sacrificada y bastante compleja, los horarios, largas horas de trabajo en fechas especiales y fines de semana, alcanzar las expectativas de cada persona que nos visita, con gustos e ilusiones diferentes, solucionar inconvenientes, que nunca faltan y cientos de problemas que son parte de un negocio. Pero ninguna otra profesión podrá brindar tanta satisfacción, ya que en la hotelería se crean experiencias, que se transforman en recuerdos que se llevan nuestros visitantes.
Desde pequeñas crecimos en este negocio, vimos a nuestros abuelos Pepe y Pia trabajar con mucho cariño y entrega para sacar este negocio familiar adelante, continuó nuestra madre Maria Eugenia, Maru, logrando realizar varias adecuaciones y mejoras al negocio, con su singular entusiasmo y generosidad con todos los que nos visitaban.
Nuestro equipo de trabajo, nuestro querido personal, con quienes hemos crecido y aprendido, cada día dan lo mejor de sí, ya que llevan en la sangre el deseo de servir, así hemos caminado durante estos largos años, con este singular oficio que requiere un servicio cálido y personalizado.
Son más de 50 años, somos la tercera generación a cargo de nuestra querida Hacienda Chorlavi, hemos conocido cientos de personas maravillosas, cada una con un recuerdo de su primera visita a Chorlavi, luna de miel, paseo de fin de año, reunión empresarial, paseo familiar… escuchar estos recuerdos son la receta mágica que nos mantiene llenas de pasión por seguir mejorando un negocio, que tiene sus altos y bajos, pero en el que se respira paz, donde el encanto y la magia sigue presente, presente en este Nido de Amor llamado Chorlavi.
